El entorno
escolar también influye en el desarrollo de conductas acosadoras. Entre las
influencias concretas de esos factores ambientales se encuentran las siguientes
(Batsche y Moore, 1992):
· Los centros más grandes denuncian mayores niveles de violencia.
· Las escuelas cuyo director o directora hacen cumplir eficazmente
un conjunto de normas de conducta claras declaran menos incidentes violentos.
· En aquellas escuelas cuyas prácticas disciplinadas son
consideradas justas por el alumnado se denuncian menos casos de violencia.
· Existe una relación directa entre el número de alumnos y alumnas
por aula y el nivel de violencia que se observa en el centro educativo.
· En aquellos centros en que los estudiantes afirman tener sus vidas
bajo control se declaran menos casos de violencia.
· Cuando un director o directora resulta ineficaz o invisible a ojos
de su alumnado, tiende a denunciar un mayor nivel de violencia en su centro.
· Las escuelas con directores y directoras que facilitan
oportunidades a su profesorado y a su alumnado para que participen en la toma
de decisiones denuncian menos casos de violencia.
· Existe una relación inversamente proporcional entre el nivel de
cohesión entre el personal docente y la dirección de un centro educativo, por
un lado, y el volumen de violencia allí observado, por el otro.
Hospital Médica Sur:
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