miércoles, 23 de septiembre de 2015

Hacerse pipí en niños y jóvenes: Enuresis, trastorno de la excreción (3)

            En cuanto al desarrollo y curso de la enuresis, se han descrito dos tipos de curso: un tipo “primario”, cuando la persona nunca ha desarrollado continencia urinaria, y un tipo “secundario”, cuando el trastorno se produce después de haber alcanzado un período de continencia urinaria. No hay diferencias en cuanto a la prevalencia de los trastornos mentales comórbidos entre los dos tipos. Por definición, la enuresis primaria empieza a la edad de 5 años. La edad más probable para el inicio de la enuresis secundaria es entre los 5 y 8 años, aunque puede producirse a cualquier edad. Después de los 5 años, el porcentaje de remisión espontánea es del 5-10 % por año. Aunque la mayoría de los niños con dicho trastorno desarrolla continencia urinaria en la adolescencia, en un 1% de los casos el trastorno continúa en la edad adulta. La enuresis diurna es infrecuente después de los 9 años. Mientras que la incontinencia diurna ocasional no es rara en la infancia media, es significativamente más frecuente en aquellos que presentan enuresis nocturna persistente. Cuando la enuresis persiste hasta alcanzar la infancia tardía o la adolescencia, se puede producir un aumento en la frecuencia de la incontinencia, mientras que la continencia en la infancia temprana se asocia habitualmente a una disminución en la frecuencia de noches húmedas.

            Con relación a los factores de riesgo y pronóstico se dividen en 2 rubros:

Ambientales.   Se han señalado varios factores predisponentes a la enuresis entre los que están el retraso o la laxitud del aprendizaje para ir al baño y el estrés psicosocial.

Genéticos y fisiológicos.   La enuresis se ha asociado a retrasos del desarrollo normal de los ritmos circadianos de la producción de orina, lo que origina poliuria nocturna o anormalidades de la sensibilidad del receptor central de vasopresina y deterioro funcional de la capacidad de la vejiga con hiperreactividad de la misma (síndrome de la vejiga inestable). La enuresis nocturna es un trastorno genéticamente heterogéneo. La heredabilidad se ha demostrado en estudios de familias, de gemelos y de segregación. El riego de enuresis nocturna en la infancia es aproximadamente 3,6 veces mayor en los hijos de madres enuréticas y 10,1 veces mayor en caso de incontinencia urinaria paterna. La magnitud del riesgo de presentar enuresis nocturna y la del riesgo de incontinencia diurna son similares.


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