viernes, 31 de enero de 2014

Las adicciones: Una ruta equivocada para la integración de la personalidad en los jóvenes

            Robles (2012) refiere que las adicciones constituyen una situación de grave peligro para la integridad física, psicológica y social de los adolescentes. Aunque existen una serie de circunstancias familiares y sociales que facilitan la adquisición de adicciones, es el propio adicto quien debe reaccionar ante esta situación degradante y abandonarla. De no hacerlo la alternativa es dejar que se agraven los daños que causan las drogas, y en consecuencia llegar al sanatorio, al hospital psiquiátrico, a la cárcel o también, muy prematuramente, a la muerte. La manera natural de alejarse de las adicciones es la configuración de un proyecto de vida positivo y la adopción de comportamientos saludables.
            Las adicciones constituyen una de las más graves trampas de la vida moderna para el adolescente, pues lo conducen directamente a la autodestrucción. Llegar a una adicción es haber tomado la ruta equivocada para la integración de la personalidad. Al no encontrar, casi siempre por ignorancia, los caminos que permiten el desarrollo de la individualidad, el adolescente se desvía intentando tomar un atajo, presumiblemente fácil, y cae en un despeñadero.

Hospital Médica Sur: Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra, Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F.

Tel. 55-24-30-51. www.terapiainfantilyjuvenil.mx

jueves, 30 de enero de 2014

¿El acting out en los jóvenes es acaso una forma de lenguaje?

            Efectivamente; en todos los casos, además de una estructura de acciones, el acting out constituye un lenguaje el cual se pone al servicio del desarrollo y opera en contra de la anatomía y la desintegración. Blos (1980) refiere: “El término acting out insinúa toda suerte de connotaciones peyorativas, con la consecuencia de que a menudo se pasa por alto su aspecto potencialmente positivo”.

            Robles (2012) menciona que el acting out se produce como resultado de necesidades de expresión de emociones y pensamientos que han sido reprimidos, y que de mantenerse así indefinidamente, darían lugar a la desintegración de la personalidad. El acting out tiene el valor de señal o de llamada de auxilio que está indicando al adulto que el adolescente tiene problemas que no han sido resueltos.

            Las bandas juveniles de chicas y chicos, que en muchos barrios constituyen una estructura de desarrollo personal indispensable, pueden integrar una transición positiva hacia la adultez saludable cuando se consigue conectarlas con actividades como el deporte, el arte o los servicios sociales. Pero si no se hace nada al respecto, pueden dirigirse hacia el vandalismo o la delincuencia, por lo que el estudio y atención a las bandas juveniles, es también un problema pendiente.



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miércoles, 29 de enero de 2014

¿Qué es el “acting out” en los jóvenes?

            Robles (2012) refiere que literalmente “acting out” quiere decir “actuar hacia afuera” y constituye una manifestación frecuente en adolescentes con problemas. Esta actuación hacia fuera o hacia el ambiente, puede adquirir formas violentas o agresivas. El fan de un equipo de fútbol que agrede a los contrarios, el striker, el punk, los graffiti, la formación de bandas, entre otros, constituyen casos notables de acting out. También se cita a los trastornos alimentarios (anorexia y bulimia) como casos especiales de lo mismo y también puede haber manifestación de ello en las dependencias del alcohol y de las drogas.

            Los casos de acting out manifiestan la necesidad que tiene el adolescente de canalizar energías; cuando no le es posible aplicarlas a la realización de un proyecto de vida valioso, por razones casi siempre educativas y ambientales, entonces las dirige a la realización de acciones agresivas o autodestructivas. La posibilidad de superación de estas conductas se da hasta que descubren vías interesantes de trabajo, recreación o estudio, a las cuales dedicarles prolongadamente tiempo y esfuerzo.




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martes, 28 de enero de 2014

¿Qué es el efecto “Rashomón” en el autoengaño en los jóvenes?

            El autoengaño se manifiesta en el efecto “Rashomón”, que alude a la película japonesa de ese título, y que consiste en percibir el mismo acontecimiento de diferente manera por cada uno de los participantes. En efecto estas diferencias de percepción e interpretación del mismo acontecimiento, se debe a las minusvaloraciones o sobrevaloraciones subjetivas de los hechos, debidas a los intereses y a la estructura intrapsíquica individual. Dichas discrepancias en la interpretación ocurren tanto entre adolescentes como entre adultos.

            Entre el “efecto Rashomón” y el autoengaño por bloqueo, se encuentra el mecanismo de defensa conocido como “racionalización”. Este consiste en manipular los hechos de tal manera consciente y planeada, o subconsciente, sin darse cuenta cabal de lo que ocurre. El adolescente recurre a la “racionalización” cuando se ve acosado, o cuando intenta engañar a los adultos o a sus iguales. Una derivación del autoengaño y engaño a los demás, está constituido por el acting out y por la conducta histriónica. (Robles, 2012).

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lunes, 27 de enero de 2014

Autoengaño vs. Autenticidad en jóvenes adolescentes

            Se acepta que el autoengaño puede tener un valor de supervivencia en ambientes muy nocivos. Pero genera cegueras permanentes para ciertos aspectos de la realidad, y esta ceguera artificial produce comportamientos que se alejan de lo auténtico, por lo que en vez de resolver situaciones problemáticas provocan que éstas se compliquen y acumulen. Ello ocurre tanto en la esfera individual como el engaño colectivo, los comportamientos basados en mentiras se prolongan y generan crisis que se agravan y llegan a ser insolubles.

            La lucha entre la tentación del autoengaño y la búsqueda incesante de verdad han sido endémicas en el hombre, y el triunfo nunca ha correspondido de manera completa a ninguna de las dos. Sin embargo, la salud mental individual y social están fundamentadas en el predominio de lo verdadero.

            El adolescente está animado por un deseo natural de autenticidad, pero si el enfrentamiento con la falsificación es , ese deseo resulta derrotado, se generará irremediablemente la angustia, la desesperanza, la corrupción o la delincuencia. Si, en cambio, la voluntad de veracidad se impone, crecen las posibilidades de lograr una personalidad bien integrada, que permite comportamientos confiables y una vida productiva y respetable. Si el conflicto entre verdad y autoengaño no se resuelve, el estancamiento resultante impide la recuperación o la estructuración de comportamientos que conducirían al equilibrio (Robles, 2012).



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