martes, 31 de diciembre de 2013

Aprender realmente a escuchar

            En la actualidad vivimos en un mundo lleno de estímulos mediáticos, ruidos, prisas, etc. Nos encontramos en la era de la comunicación y llama la atención que en muchas ocasiones lo que menos hacemos es entendernos. En parte es culpa del ruido externo, del bombardeo de mensajes de todo tipo. Pero también tenemos “ruidos interiores” que interfieren en nuestra conexión con los demás. Valoraciones críticas, juicios visuales, comentarios automáticos o pensamientos temerosos a los que hay que sumar las prisas, los prejuicios, la autocomplacencia, el monólogo negativo que entablamos con nosotros mismos, etc.

            El mal oyente reclama la atención de quien habla, piensa en lo que dirán entretanto, interrumpe para tener el control de la conversación, se aferra a sus opiniones, etc. Por el contrario el buen oyente no es quien procesa las palabras y su significado con atención, sino quien logra que el que habla se sienta apreciado y animado a expresar sus ideas y sus sentimientos. La verdadera comunicación sólo es posible si se produce desde el entendimiento, el respeto y la confianza en el otro. Escuchar con el corazón, el cuerpo y la mente es el mejor regalo que podemos hacer a otra persona.

José María Rico 121-501. 5to. Piso Col. Del. Valle. C.P. 03100. México, D.F.

Tel. 55-24-30-51. juancarlosvallen@hotmail.com  www.terapiainfantilyjuvenil.mx

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