Los trastornos de ansiedad se diferencian del
miedo o la ansiedad normal propios del desarrollo por ser excesivos o persistir
más allá de los periodos de desarrollo apropiados. Se distinguen de la ansiedad
o el miedo transitorio, a menudo inducido por el estrés, por ser persistentes
(p. ej., suelen tener una duración de 6 meses o más). Estos trastornos tienden
a persistir si no se tratan.
Es común que los sujetos tengan múltiples fobias
específicas. El individuo con fobia específica teme a un promedio de tres
objetos o situaciones, y aproximadamente el 75% de las personas con fobia
específica temen a más de una situación u objeto. Una característica clave de
este trastorno es un miedo o ansiedad a objetos o situaciones claramente
circunscritos, que pueden denominarse estímulos
fóbicos.
Lo que sucede a nivel inconsciente es que se desplaza el contenido del conflicto original hacia un objeto o
situación ambiental con significado simbólico para el/ella. De hecho, el miedo originado por el conflicto
inconsciente, aparece en la conciencia en forma distorsionada e irracional;
tratan de evitar el objeto o las situaciones que intensifican su conflicto y proyectan sus sentimientos inaceptables a
un objeto “temido” del exterior.
Los criterios diagnósticos son: (DSM-5)
A.
Miedo
o ansiedad intensa por un objeto o situación específica. Nota: En los niños, el
miedo o ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados o
aferrarse.
B.
El
objeto o situación fóbica casi siempre provoca miedo o ansiedad inmediata.
C.
El
objeto o situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o ansiedad
intensa.
D.
El miedo o la ansiedad es desproporcionado al
peligro real que plantea el objeto o situación específica y al contexto
sociocultural.
E.
El
miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis meses
o más.
F.
El
miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o
deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
G.
La
alteración no se explica mejor por los síntomas de otros trastorno mental, como
el miedo, la ansiedad y la evitación de situaciones asociadas a síntomas de
tipo pánico u otros síntomas incapacitantes (como en la agorafobia), objetos o
situaciones relacionados con obsesiones (como en el trastorno
obsesivo-compulsivo), recuerdo de sucesos traumáticos (como en el trastorno de
estrés postraumático), dejar el hogar o separación de las figuras de apego
(como en el trastorno de ansiedad de separación), o situaciones sociales (como
en el trastorno de ansiedad social).

Los
factores de riesgo son:
a)
Temperamentales. Los factores de riesgo temperamentales
para la fobia específica, como la afectividad negativa (neuroticismo) o la
inhibición conductual, son también factores de riesgo para otros trastornos de
ansiedad.
b)
Ambientales. Los factores de riesgo ambientales, como la
sobreprotección de los padres, la separación, el maltrato físico y los abusos
sexuales, tienden a predecir también otros trastornos de ansiedad. Como se
señaló anteriormente, a veces (pero no siempre) las exposiciones negativas o
traumáticas al objeto o situación temida preceden al desarrollo de la fobia
específica.
c) Genéticos y fisiológicos. Puede haber una susceptibilidad genética
a una determinada categoría de fobia específica (p. ej., una persona con un
familiar de primer grado con una fobia específica a los animales es
significativamente más propensa a tener la misma fobia específica que cualquier
otra fobia de otra categoría), etc.
Hospital Médica
Sur: Puente de Piedra No. 150. Torre 1
Consultorio 430, 4to. Piso.
Col. Toriello Guerra, Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F. Tel. 5524-3051