Cuando el
control del yo se ha hecho
relativamente insuficiente, en las compulsiones y obsesiones sigue en pie el
hecho de que el yo gobierna la motilidad, pero el yo no se siente libre en el uso de este
poder de dirección: está obligado a usarlo de acuerdo con el extraño mandato de
una instancia más poderosa, que contradice su discernimiento (juicio). Se halla
obligado a hacer o a pensar, o a omitir ciertas cosas, bajo el peso de
terribles amenazas.
De alguna forma en el inconsciente “x” tiene
sentimientos de situaciones temidas (p. ej., probablemente tengan que ver con
el tema de la abandono de tipo primario, las pérdidas traumáticas que ha
tenido, etc.) que no puede admitir conscientemente y por lo mismo recurre a
utilizar conductas obsesivas y compulsivas de tal forma que al realizarlas la
salvaguarden de verse invadida por dichos sentimientos.
Desorden Neurótico de tipo Obsesivo Compulsivo. Son conflictos inconscientes de manejo
de impulsos sexuales y agresivos, que han sido removidos de la consciencia por
el mecanismo de la represión permaneciendo activos y no resueltos. Los
conflictos que es incapaz de resolver los maneja neuróticamente a través de
gran represión, lo que a su vez despierta ansiedad, que es percibida por la
parte consciente de la personalidad y puede producirse más actividad
inconsciente patológica de asociaciones de ideas, afectos y conductas. La
ansiedad actúa como una señal de peligro para el yo y se ponen en operación
algunos mecanismos de defensa, que se suman a la represión y conducen a la
formación de síntomas psicológicos, los cuales simbólicamente pactan con el
conflicto, lográndose una solución parcial aunque no saludable. Estos
desordenes tienden a la cronicidad debido a que el conflicto ha sido
internalizado, con la característica de auto-perpetuación o repetitividad. Sin
embargo, el pronóstico con tratamiento es bueno.
Es Obsesivo-Compulsivo debido a que la ansiedad
despertada por el conflicto inconsciente es contrarrestada por la ocurrencia de
pensamientos (obsesiones), o actos o impulsos (compulsiones) o mezcla de ambos,
con frecuencia la niña se da cuenta que su conducta o ideas son irracionales,
pero a pesar de esto se ve compelida a repetir sus rituales. En general la
conducta manifiesta representa lo opuesto al deseo inconsciente, como por
ejemplo: el orden excesivo, la compulsión a lavarse las manos contrarrestan
impulsos a ensuciarse o a hacer desorden. Si los ceremoniales se interrumpen
por los padres u otras personas aparece ansiedad marcada.
Trastorno obsesivo-compulsivo (DSM-5)
300.3 (F42)
A.
Presencia
de obsesiones, compulsiones o ambas:
Las
obsesiones se definen por (1) y (2):
1.
Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se
experimentan, en algún momento durante el trastorno, como intrusas o no
deseadas, y que en la mayoría de los sujetos causan ansiedad o malestar
importante.
2.
El sujeto intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o
neutralizarlos con algún otro pensamiento o acto (es decir, realizando una
compulsión).
Las
compulsiones se definen por (1) y (2):
1.
Comportamientos (p. ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar las cosas) o
actos mentales (p. ej., rezar, contar, repetir palabras en silencio)
repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a una obsesión o de acuerdo
con reglas que ha de aplicar de manera rígida.
2.
El objetivo de los comportamientos o actos mentales es prevenir o disminuir la
ansiedad o el malestar, o evitar algún suceso o situación temida; sin embargo,
estos comportamientos o actos mentales no están conectados de una manera realista
con los destinados a neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente
excesivos.
Nota:
Los niños de corta edad pueden no ser capaces de articular los objetivos de
estos comportamientos o actos mentales.
B.
Las
obsesiones o compulsiones requieren mucho tiempo (p. ej., ocupan
más de una hora diaria) o causan malestar clínicamente significativo o deterioro
en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
C.
Los síntomas obsesivo-compulsivos no se pueden
atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un
medicamento) o a otra afección médica.
D.
La alteración no se explica mejor por los síntomas
de otro trastorno mental (p. ej., preocupaciones excesivas, como en el
trastorno de ansiedad generalizada; preocupación por el aspecto, como en el
trastorno dismórfico corporal; dificultad de deshacerse o renunciar a las
posesiones, como en el trastorno de acumulación; arrancarse el pelo, como en la
tricotilomanía [trastorno de arrancarse el pelo]; rascarse la piel, como en el
trastorno de excoriación [rascarse la piel]; estereotipias, como en el
trastorno de movimientos estereotipados; comportamiento alimentario
ritualizado, como en los trastornos alimentarios; problemas con sustancias o
con el juego, como en los trastornos relacionados con sustancias y trastornos
adictivos; preocupación por padecer una enfermedad, como en el trastorno de
ansiedad por enfermedad; impulsos o fantasías sexuales, como en los trastornos
parafílicos; impulsos, como en los trastornos perturbadores, del control de los
impulsos y de la conducta; rumiaciones de culpa, como en el trastorno de
depresión mayor; inserción de pensamientos o delirios, como en la esquizofrenia
y otros trastornos psicóticos; o patrones de comportamiento repetitivo, como en
los trastornos del espectro del autismo).
Especificar
si:
Con
introspección buena o aceptable: El sujeto reconoce que las creencias del
trastorno obsesivo-compulsivo son claramente o probablemente no ciertas o que
pueden ser ciertas o no.
Con
poca introspección: El sujeto reconoce que las creencias del trastorno
obsesivo-compulsivo son claramente o probablemente no ciertas o que pueden ser
ciertas o no.
Con
ausencia de introspección/con creencias delirantes: El sujeto está
completamente convencido de que las creencias del trastorno obsesivo-compulsivo
son ciertas.
Especificar
si:
El
sujeto tiene una historia reciente o antigua de un trastorno de tics.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso Col. Toriello
Guerra, Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F. Tel. 5524-3051.
terapiainfantilyjuvenil.blogspot.mx
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