La característica esencial del trastorno por
déficit de atención con hiperactividad es un patrón persistente de desatención
y/o hiperactividad-impulsividad, que es más frecuente y grave que el observado
habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar. El TDA es un
problema de tipo crónico que normalmente aparece en la edad temprana debido a
una inmadurez neurológica. Si su aparición es reciente puede deberse a un
conflicto emocional. En términos coloquiales, es la dificultad que tienen los
niños para concentrarse. El TDA puede ser con o sin hiperactividad.
Las causas (fisiológicas): En términos generales
es una enfermedad neurobiológica ocasionada por un incorrecto funcionamiento
del área frontal del cerebro, por deficiencias en neurotransmisores (dopamina y
norepinefrina) que está determinada por herencia. Es un trastorno crónico, por
lo tanto no se cura pero se controla. Los siguientes síntomas son
algunos característicos de dicho trastorno: Inatención- No puede mantener la concentración
para realizar una tarea. Impulsividad- falta de reflexión al
actuar. Hiperactividad- No siempre presente, necesidad de movimiento
físico continuo.
Hoy en día se sabe que el curso es a largo plazo
en buena parte de los casos y puede acompañarse de otros problemas como:
Trastorno de adaptación. Trastorno de conducta, Trastorno de ansiedad,
Trastorno de aprendizaje, Inmadurez en los lóbulos frontales, etc.
La inmadurez de los lóbulos frontales involucra
alteraciones en las funciones ejecutivas; es decir, falta de control de
impulsos, dificultad en la organización, en el auto-monitoreo, en el juicio,
memoria de trabajo disminuida, dificultad para la solución de problemas y el
pensamiento crítico.
El TDA es un padecimiento que se acompaña de
signos y síntomas en el área emocional, social, escolar y biológica. Afecta su
autoestima y auto concepto por la presión a la que son sometidos tanto en el
ámbito social-familiar como escolar. Lo anterior da como resultado deficiencias
motoras e intelectuales que originan problemas en su estado de ánimo, ansiedad,
depresión, sentimientos de inadecuación; así como un bajo rendimiento escolar.
Pueden coexistir otras complicaciones en el aprendizaje en las áreas de
matemáticas, lectura, ortografía y escritura.
Las características
clínicas del TDAH hacen que en muchas ocasiones la primera repercusión de este
trastorno se presente en el ámbito escolar. La falta de atención y la escasa
capacidad de controlar su actividad motora provocan una disminución del
rendimiento escolar. Será importante adaptar las exigencias escolares a las
características y limitaciones de estos niños, que hasta en un 50% de los casos
presentan también retraso motor, a veces asociado a retraso del lenguaje
Hospital Médica Sur:
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Col. Toriello Guerra,
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