VIGILA TU LENGUAJE CORPORAL:
En
ocasiones, el lenguaje corporal habla más alto que las palabras. Los niños o
las niñas que arrastran los pies, hablan entre dientes, no se están quietos,
evitan mirar directamente a los ojos de otras personas, retroceden
inconscientemente mientras hablan y parecen asustados y preocupados, tienen más
probabilidades de ser víctimas de aquéllos y aquéllas cuyo lenguaje corporal
expresa seguridad y una autoestima positiva. No está bien –esos pequeños y
pequeñas no merecen que se les acose más que a otros y a otras--. Pero así
ocurre.
Los siguientes
son los cinco elementos básicos de un lenguaje corporal asertivo:
1.
Ponerse rectos. Tenemos que estar de pie con
las piernas ligeramente separadas para que nos sintamos estables y en
equilibrio.
2.
Mantener la cabeza elevada.
3.
Mantener los hombros rectos, sin encorvarse.
4.
Mirar a las personas a los ojos. Ni por
encima de la cabeza ni al suelo: directamente a los ojos.
5.
No retroceder cuando se habla con alguien. De
hecho, hay que acercarse, aunque no demasiado, manteniendo una distancia cómoda
entre ambos interlocutores.}
Si pareces asertivo, es también más
probable que te sientas asertivo,
como más probable resultará que otras personas te traten entonces con respeto.
Combina un
lenguaje corporal asertivo con unas palabras también asertivas, pronunciadas
con voz firme, segura y decidida. No hables entre dientes ni lloriquees, pero
tampoco grites. Di lo que quieras decir y dilo en serio. Emplea para eso
mensajes con “yo”.
José María Rico 121-501. 5to. Piso Col.
Del. Valle. C.P. 03100. México, D.F.
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