El problema de la angustia es de
grandes dimensiones, dadas las circunstancias en que viven muchos adolescentes.
Para resolverlo es indispensable la intervención de instituciones sociales,
tanto para proteger al adolescente como para mejorar la salud mental de las
familias. Se trata de una tarea muy amplia que está por realizarse en el siglo
XXI (Robles 2012).
Paralelamente a las vivencias
desagradables, la angustia provoca síntomas físicos. Entre ellos se cuentan el
insomnio, palpitaciones, balbuceos, sofocación, dilatación de las pupilas,
sudores en las manos, diarrea, micción frecuente, temores de agresión, de
enfermedad o de muerte.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F.
Tel. 55-24-30-51. www.terapiainfantilyjuvenil.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario