lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Cuáles son los componentes paralingüísticos en las habilidades sociales?

1-. El volumen de la voz. La función básica del volumen consiste en hacer que un mensaje llegue hasta un oyente potencial. Cuando es alto, indica seguridad y dominio. Sin embargo, hablar demasiado alto (que sugiere agresividad, ira o tosquedad) tiene también consecuencias negativas, pues los oyentes podrían marcharse o evitar futuros encuentros. Los cambios de volumen de voz se emplean en una conversación para enfatizar puntos. Una voz que varía poco no resulta muy interesante.

2-. La entonación. Esta característica sirve para comunicar sentimientos y emociones. Las palabras pueden expresar esperanza, afecto, sarcasmo, ira, excitación o desinterés, según las distintas entonaciones del que habla. Una escasa entonación, con un volumen bajo, indica aburrimiento o tristeza. Un tono que no varía puede ser aburrido o monótono. Se percibe a las personas como más dinámicas y extrovertidas cuando cambian la entonación de sus voces a menudo durante una conversación. Las variaciones pueden servir también para ceder la palabra. En general, una entonación que sube es evaluada positivamente (es decir, como alegría); una que decae, negativamente (como tristeza); una nota fija, como neutral. Muchas veces la entonación que se da a las palabras es más importante que el mensaje verbal que se quiere transmitir.

3-. La fluidez. Las vacilaciones, falsos comienzos y repeticiones son bastante normales en las conversaciones diarias. Sin embargo, las perturbaciones excesivas del habla pueden causar una impresión de inseguridad, incompetencia, poco interés o ansiedad. Demasiados periodos de silencio pueden ser interpretados de manera negativa, especialmente como ansiedad, enfado o, incluso, una señal de desprecio. Expresiones con un exceso de palabras de relleno durante las pausas (por ejemplo, “ya sabes”, “bueno”) o sonidos como “ah” y “eh” provocan percepciones de ansiedad o aburrimiento. Otro tipo de perturbación incluye repeticiones, tartamudeos, pronunciaciones erróneas, omisiones y palabras sin sentido.

4-. La claridad. A la hora de hablar, esta característica es importante. Si al hablar se arrastran las palabras, o éstas salen a borbotones, con un acento o vocalización excesivos, uno se puede hacer más pesado a los demás.

5-. La velocidad. Hablar lentamente puede hacer que los demás se impacienten o se aburran. Al contrario, si se hace con demasiada rapidez, se puede perder claridad.

6-. El tiempo de habla. Este elemento se refiere al tiempo que el individuo mantiene el uso de la palabra. El tiempo de conversación de una persona puede ser problemático por ambos extremos, es decir, tanto si apenas habla como si lo hace demasiado. Lo más adecuado es un intercambio de información. (Oblitas, L. et al., 2010).


Hospital Médica Sur: Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso Col. Toriello Guerra, Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F. Tel. 5524-3051. terapiainfantilyjuvenil.blogspot.mx


No hay comentarios.:

Publicar un comentario