Rápidamente se
enfadan y los signos son su instantánea forma de irritarse y frustrarse. El
candidato a burn-out encuentra todo muy difícil de sobrellevarlo en sus
emociones. Llora muy fácilmente, el mínimo de presión hace que se altere y se
vea sobre “burn-out”, grita y se aterra. Con la facilidad en que se irrita
comienza a tomar una actitud sospechosa como una especie de ser desconfiado y
paranoico. Comienza a sentir que todo mundo la trae en su contra incluso los
miembros del staff. El estado paranoico puede incluso llevarlo a tener
sentimientos de omnipotencia. Comienza a sentir que desde que ha pasado todo lo
que ha pasado dentro de la clínica puede tomar retos que otros miembros del
staff no pueden. Se vuelve indiscreto y por lo mismo puede parecer hasta tonto.
Su conducta es de tomar todos los riesgos que existen como hablar con homicidas,
psicóticos y otros tipos de personas paranoides por lo cual a veces raya en una
conducta lunática en términos de su propio comportamiento. Puede llegar a
consumir demasiados tranquilizantes y barbitúricos; o también meterse en
problemas de drogas como la marihuana de manera muy intensa, de tal forma que
que dice que lo usa para relajarse.
En cuanto al
pensamiento, casi parecería un libro cerrado, Se convierte en alguien
extremadamente rígido, testarudo e inflexible. Casi no se puede razonar con él
–prácticamente siente que sabe todo mejor que las demás personas--. Bloquea el
progreso así como los cambios constructivos, esto lo hace porque cambiar
significa otra adaptación y se encuentra muy cansado para hacer más cambios.
Otro signo del comportamiento de las personas con “burn-out” es el que toman
una actitud totalmente negativa hacia los demás y la verbalizan. Se convierte
en el “cínico del lugar”. Cualquier cosa que se le sugiera es mal interpretada.
Sabe todo porque ha pasado todo el proceso.
La persona actúa,
se ve y parece deprimida. Parece que se guarda todo para sí mismo. Sus hermanos
y hermanas realmente no saben qué es lo que le está pasando, pero se dan cuenta de que existen cambios en
su personalidad que están tomando el lugar de la anterior. Un signo que es
difícil de monitorear o de darse cuenta hasta que lo vemos de cerca es el
tiempo en que esa persona permanece en la clínica, cada vez es mayor; sin
embargo, no completa las tareas. Pareciese ser como si se colgara de su trabajo
y no tuviera ningún otro lugar a dónde ir. Tristemente muy seguido, en realidad
no tiene otro lugar a dónde ir porque está tan fuertemente envuelto en la
clínica y por lo mismo ha perdido a la mayoría de sus amigos.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
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Tel. 5524-3051. www.terapiainfantilyjuvenil.mx
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