El término
estrés, introducido en el ámbito de la salud por Selye en 1936, es uno de los
más utilizados en la actualidad y quizá por ello uno de los que tiene un
significado menos preciso, Selye lo utilizó para designar una respuesta general
del organismo a un estresor o situación estresante, pero posteriormente se ha
utilizado tanto para designar esa respuesta general como para la situación que
lo desencadena o los efectos de ésta. No obstante, parece haber cierta
unanimidad para atribuir al estrés la responsabilidad de una gran cantidad de
trastornos psicológicos y fisiológicos, episodios depresivos, o brotes
esquizofrénicos, deterioro del rendimiento laboral, disfunciones sexuales,
problemas de sueño, hipertensión, etc. (Labrador, Crespo, Cruzado y Vallejo,
1995). Últimamente se le han atribuido también alteraciones producidas como
consecuencia de una afectación del sistema inmune (enfermedades infecciosas,
autoinmunes, cáncer, etc.) (Cohen y Williamson, 1991) si bien, la naturaleza de
tal relación presenta algunas cuestiones que implican la necesidad de mayor
volumen de investigación a fin de unificar resultados y poder obtener más datos
concluyentes.
Una de las
primeras dificultades la encontramos en la definición del concepto de estrés,
pues ella determinará la forma de avaluarlo así como los parámetros que se
tendrán en cuenta en las investigaciones que se lleven a cabo para determinar
la influencia del estrés en diferentes procesos de salud.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso Col. Toriello
Guerra, Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F. Tel. 5524-3051.
terapiainfantilyjuvenil.blogspot.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario