Al termino “masturbación” se le ha
dado una connotación peyorativa debido a las deformaciones que se producen por
desconocimiento de la naturaleza del ser humano; además de la satisfacción
erótica, en los varones tiene la función de expulsar espermatozoides rezagados
y facilitar la producción de otros nuevos. Tanto desde el punto de vista
fisiológico como del psicológico, la ciencia médica ha comprobado que la
masturbación no tiene resultados lesivos, al contrario de lo que durante muchos
años predicaran algunas sectas. Sin embargo, existen algunos casos en los que
la masturbación debe considerarse disfuncional. Estos casos se dan cuando se
practica de manera compulsiva para aliviar síntomas de problemas emocionales, tales
como la ansiedad o la depresión. En estos casos la masturbación resulta un
síntoma de un problema que está ubicado en otra parte y al que hay que darle el
tratamiento que requiera.
Desde el punto de vista de
subproductos psicológicos negativos, la masturbación los produce cuando se ha
fomentado en la o el adolescente, los sentimientos de culpa, ya que estos
sentimientos sí son destructivos de la personalidad.
La masturbación en muchachas y
muchachos debe ser considerada normal cuando no interfiere con las actividades
usuales de la vida: estudiar, platicar con amistades, pasear, ayudar en la casa
o en la escuela, trabajar, etc.
Llenar de prohibiciones y
culpabilidades en un área delicada, es lo que puede producir en los
adolescentes repercusiones negativas. Padres y maestros tienen la necesidad,
por ello, de superar leyendas generadas en la misoginia o en la superstición
(Robles, 2012).
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
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