¡Que nostalgia por aquellos días en
que tan sólo era un niño!, a lo mucho solo me tenía que preocupar por hacer mí
tarea, que papá y mamá estuvieran contentos conmigo, sí quería algo casi
siempre me lo daban, pero ¿qué pasó?, de repente todo cambió, ahora sí quiero
algo me dicen: “…está muy caro… junta y con tu cumpleaños”, etc. Mi ropa
favorita ya valió, no me queda nada, mis tenis me duran poquito y sí pido unos
nuevos se enojan, ¿qué culpa tengo yo de que ya no me queden las cosas?, me
dicen que ya soy grande, pero entonces cuando les pido permiso para salir a una
fiesta en la noche, se ponen “roñosos” “… ¡hasta allá te tengo que llevar!… es
muy lejos… de seguro va a haber alcohol… no, mejor te llevo a otra fiesta”….
Nada les parece, a veces hasta pienso que la traen contra mí.
Hace poco tuve una fiesta en casa de
un amigo; fui a la escuela y tuve un día normal, regresando a la casa, comí con
mi mamá y luego en la tarde-noche ya me fui a casa de mi amigo el cual hacía la
fiesta. Fue todo un rollo salirme de la casa sin que me cacharan, porque
resulta que a mis papás para nada les late que compre o lleve alcohol a alguna
fiesta, no entiendo eso porque de todas maneras si no hay alcohol en la fiesta,
nos salimos a comprarlo a alguna tiendita, de hecho hasta se me hace tonto que
pongan tantas prohibiciones porque de todas maneras tomamos, aunque nos
confisquen el alcohol volvemos a salir a comprarlo, de hecho hasta pienso que
es más peligroso porque de todas maneras lo compramos y salimos a las doce, una
de la mañana a comprarlo, pero en fin, para qué se ponen los “jefes” tan
sangrones de que nada de “chupe” (tomar). En algunas ocasiones cuando
los papás de la fiesta prohíben el alcohol no falta la amiga que adentro de su
bolsa trae una botella, de hecho tengo una amiga que siempre lleva una anforita
que hasta su nombre trae grabado. El caso es que yo quedé con mis amigos de
llevar una botella y como en la casa hay muchísimas botellas en la despensa,
entonces cuando no me vieron me volé una, total ni cuenta se van a dar; la
bronca fue pensarle cómo me iba a sacar la botella de la casa, afortunadamente
me llevó el chofer el cual es muy buena onda y no dice nada, después de un rato
se me ocurrió la idea, tomé el estuche de mi computadora, saque la “compu.” y
metí la botella, como el estuche trae como protecciones para la computadora
entonces ni cuenta se dieron de que adentro venía la botella.
Llegué en punto a las siete de la
noche, mi cuate ni estaba, de hecho había salido a comprar cosas con su mamá,
la verdad sí me molestó, lo bueno es que habían otros dos amigos y estaba su
hermana la cual traía un amigo más chico que ella; de hecho todos decimos que
últimamente nos ha dado por traer a nuestros “Pitufos” porque la hermana de mi
amigo tiene un amigo más chico que ella, mis otros dos amigos y yo también
tenemos amigos más chicos que nosotros, por eso decimos que traemos a nuestros
“Pitufos”; bueno, el caso es que ya llegó mi amigo y se supone que iba a ser
una fiesta de unas treinta gentes, pero no llegaba nadie, a lo mucho uno que
otro, comenzamos a hablarles y todos salían con pretextos de que nos les habían
dado permiso, que tenían “x” cosa que hacer y así; pobre de mi amigo que
esperaba una fiesta de tantas gentes y éramos siete, de hecho habían comprado
un chorro de comida, unas pizzas chiquitas, muchas botanas, etc. Sus papás
buena onda sí dejaron traer alcohol y hasta compraron “chelas”. Total que en lo
que esperábamos a que llegaran más gentes, un par de amigos se subieron a
arreglar, de hecho parecen viejas porque se tardan como dos horas en
arreglarse, que sí se ponen gel, que la camisa, etc. De hecho son “Metro
Sexuales”. Total que nunca llegaron los demás, sin embargo nos la pasamos
padrísimo, fuera de la hermana de mi amigo, todos los demás éramos puros
hombres, la verdad es que a veces me siento más a gusto así, entre cuates,
porque luego las niñas nada más andan en su rollo, son muy sentimentales y
conflictivas; de hecho en la casa de mi amigo había una terraza en donde estaba
una mesa muy agradable y nos pusimos a tomar y a echar relajo, la verdad es que
aunque decimos fiesta ó reunión, en realidad no celebrábamos nada, simplemente
es el motivo para hacer una buena “peda” (borrachera) y así estuvo.
Luego ya todos entonados nos salimos al jardín a echar unos pases de futbol
americano, nos la pasamos súper bien.
Antes me podía pasar horas jugando
con mis juguetes, pero ya me dan flojera, ahora lo que me encanta hacer es que
después de comer me vaya a casa de algún amigo y nos reunamos, muchas veces
nada más nos la pasamos en la flojera, cotorreando, viendo sí vamos al café o a
algún lado. No entiendo porqué de repente me siento angustiado, como que antes
todo estaba de alguna forma arreglado, es decir, iba a la escuela, comía,
jugaba, me llevaban a alguna clase en la tarde, veía la televisión y a dormir.
Me llevaban los fines de semana a fiestas infantiles con mis amigos, salíamos a
comer en familia, en fin, así eran todas las semanas; pero ahora como que lo
que menos quiero es estar con mis papás, busco la primera oportunidad para
salirme de la casa, quedarme con ellos todo el día a veces me produce enojo,
malestar, como ansiedad.
Muchas veces como que mis papás
esperan que me quede en la casa tranquilito “estudiando”, me la paso
forcejeando con ellos de que sí cumplo con mi tarea y con la escuela no tienen
porqué decirme nada ni salir con el rollo de que ya saliste mucho, no entiendo
en qué les molesta de que sí salgo el viernes vuelva a salir el sábado; de
hecho me revienta que me digan “…ya saliste ayer”. Todos los chavos salimos por
lo menos los fines de semana, de hecho como que mi papás no entienden que
muchas veces los viernes los planes salen en “caliente”, allí mismo en la
escuela o bien en la tardecita, de hecho es cuando te enteras de que fulanito
va a hacer una fiesta, una reunión. O de que vamos a ir al cine, al café. Pero
cuando llega el momento de pedirles permiso se enojan y me dicen que porqué no
les avisé con tiempo y empieza todo el sermón de siempre. Tarde o temprano me
salgo con la mía, no sin antes haberme echado unos buenos “rounds” con ellos,
pero qué necesidad, tan fácil es que me digan que sí y no anden poniendo pretextos.
El otro día toda la generación de mi
clase, como muchos viernes, fuimos al cine de la placita, siempre es un relajo;
nos metimos al cine y empezamos a aventar palomitas, a decirnos cosas en voz
alta, etc. De hecho la verdad es que era un verdadero desgarriate, el caso es
que de repente dos señoras grandes que estaban viendo la película se pararon y
nos empezaron a decir de cosas, que éramos de lo peor, que no teníamos
educación, etc. Lo obvio fue que les empezamos a contestar y pues nosotros
éramos un chorro, el caso es que las señoras terminaron saliéndose del cine y
se fueron a quejar con el gerente; mientras tanto seguíamos en nuestro relajo;
en ése cine, en la parte de atrás hay una especie como de palco de honor para
invitados especiales, está como en un segundo piso, pero nada alto, el caso es
que a unos amigos y a mí se nos ocurrió subirnos al palquito, allí junto al
“cácaro”; estábamos muy a gusto en nuestro palco cuando de repente llegó uno de
los trabajadores del cine y nos empezó a regañar, pero en mala onda, total que
uno de mis amigos le contestó y entonces nos dijo que iba a llamar a los de
seguridad para que nos sacaran; en eso se va a traer a los de seguridad; allí
empezó la persecución, les dije a mis amigos “vámonos de aquí”, en lo que nos
estábamos bajando vimos a lo lejos que venían los “polis” de seguridad, a
correr se ha dicho, nos bajamos y salimos corriendo del cine y como los
guardias traen radios, se empezaron a hablar entre ellos. Íbamos a toda
velocidad por la “placita”, de milagro no atropellamos a nadie, pero estuvimos
a punto de llevarnos a alguien, total que nunca nos alcanzaron, pero nos
metimos un susto de aquellos.
Más tarde nos volvimos a reunir
todos en el café de la placita; los que no se habían subido al palco los sacaron
del cine por culpa de las señoras. El caso es que todos estábamos muy
indignados de que nos hubieran corrido, se nos ocurrió ir a hablar con el
gerente todos en bola, el caso es que fuimos a hablar con él pero no nos
quisieron recibir, salió un encargado diciendo que no estaba el gerente pero
que él nos podía atender, total que le empezamos a decir que con qué derecho
nos sacaban del cine, que nos devolvieran el dinero de nuestras entradas, nos
dijeron que no podían devolvernos nada debido a que no habíamos sabido
comportarnos, que ellos tenían el derecho de pedirle a cualquier gente que
estuviera perturbando la función que se saliera del cine, el caso es que
algunos de mis amigos que sus papás son influyentes le empezaron a decir que su
papá era tal abogado, que el otro era amigo de “x” poderoso, etc. Que los
íbamos a demandar, etc. Todos la verdad alardeando de más; de hecho le dijimos
que los viernes prácticamente la placita está llena de puros chavos que somos
sus clientes, que casi no va nadie más, que la verdad es que si nos corren a
nosotros no van a vender nada, que lo pensaran, etc. El caso es que nos dijo
que no podían hacer nada, que esperaban que para la próxima nos comportáramos
mejor.
Me quedé pensando en la noche lo que
había pasado, la verdad es que sí me saqué un buen susto con lo de la
persecución; mientras corría, por un lado sentía mucho placer, como que me
liberaba de algo, además de que como no era yo sólo sino éramos varios los que
andábamos corriendo por todos lados, como que no me importaba mucho lo que
pudiera suceder; pero ya sólo, reflexionando bien las cosas, realmente estuve a
punto de atropellar a unos niños, de hecho a uno medio lo empujé y hasta el
papá me gritó de cosas, sí le hubiera pegado de lleno se podría haber lastimado
muy fuerte, hasta un brazo roto o quién sabe qué cosas le pudieran haber
pasado, pero pues ya fue; lo bueno es que no pasó nada, pero qué chistoso que
cuando estoy con mis amigos como que me vale y hago cosas que normalmente sólo
yo no haría.
Hoy me desperté alterado, tengo la
sensación de que soñé algo muy intenso, no me acuerdo casi de nada; como
siempre, me doy mis cinco minutitos más de sueño, vuelve a sonar el
despertador, ya me tengo que levantar, entro a la regadera y mientras me estoy
bañando comienzo a recordar algo del sueño… “Yo estaba como en un tercer piso
de un edificio o algo así, de repente volteo a ver mis piernas y éstas llegaban
hasta la planta baja o más allá, no podía ver en dónde terminaban, tuve mucho
miedo, me daba pánico moverme porque sentía que si caminaba me iba a tropezar
con muchas cosas, tirar la mesa, las sillas, los cuadros, caerme desde tan
alto; en eso empiezo a sudar intensamente, me siento inmóvil, me paralizo;
entran más gentes al edificio, entre ellos algunos amigos míos, comienzan a
subir las escaleras y actúan como si nada, de hecho no ven mis piernas, llegan
conmigo y se ponen a platicar, yo no me puedo mover para ningún lado, me siento
un monstruo raro; de repente me dicen que porqué no vamos a un café a dar la
vuelta, yo no sé ni qué contestarles, después de un rato me animo y les digo
que algo les pasó a mis piernas, ellos voltean a ver mis piernas y me dicen que
“qué me metí”, que mis piernas están de lo más normal, en eso volteó y veo que
efectivamente no me pasó nada, ya no me acuerdo de nada más, simplemente creo
que me desperté.
Me quedé pensando mucho en mi sueño
y llegué a la conclusión de que de repente me veo raro, hace poquito no estaba
así; como que a comparación de la mayoría de mis amigos estoy deforme, tengo
las piernas demasiado largas y flacas, mi espalda es muy corta, mis brazos
extremadamente largos, agarro las cosas y muchas veces se me caen y luego en la
casa, mis papás se súper enojan porque ya me dijeron que no tengo que tirar las
cosas; el otro día en la mesa al servirme agua de la jarra se me cayó el vaso y
mis papás de “tarado” no me bajaron. De verdad que a veces pienso que soy muy
torpe, afortunadamente el otro día platicando con un maestro este me dijo que
los chavos tenemos una imagen mental de lo que es nuestro cuerpo y cuando
crecemos muchas veces nos quedamos con la misma imagen que teníamos cuando
éramos niños y no con la de ahora, por lo que muchas veces nuestro cerebro
actúa de tal forma que piensa que las cosas están a cierta distancia que en la
realidad no lo están, y por eso se nos caen las cosas, somos torpes, etc. Que
tenga calma, paciencia porque conforme pase el tiempo yo solito voy a ir
afinando el concepto mental que tengo de mi cuerpo con el real. Además de que eso
de que mi cuerpo está todo deforme, que en realidad a esta edad es cuando el
cuerpo va creciendo pero no de la misma manera, algunas partes de nuestro
cuerpo crecen muy rápido y otras no; pero conforme pase el tiempo todo se va a
nivelar, que es normal que ahorita de repente me vea así y me ande comparando
con mis compañeros.
Me encuentro en un momento de mi
vida emocional medio difícil de describir; como que por un lado de repente todo
me vale, cada vez les encuentro más defectos a mis papás. Antes tenía muchos
amigos pero como que medio daba igual con quién estabas, mientras te
divirtieras todo estaba bien; ahora esto ha cambiado radicalmente; no
cualquiera puede ser mi amigo, de hecho para que realmente pueda ser mi amigo
tiene que cumplir con una serie de características muy especiales. Tengo un
amigo el cual admiro mucho, me encantaría ser como él, de hecho no sé cómo le
hace pero pese a que echa muchísimo relajo, en la escuela le va muy bien, es
buenísimo para los deportes, también sabe de música, etc. A veces me pongo a
pensar que sí yo fuera como él mi vida sería perfecta. El otro día estábamos en
su casa y andábamos platicando de una reunión; resulta que en la reunión como
siempre, se hacen los grupitos de chavos y chavas. De repente andábamos bien
intrigados porque en el grupito de las chavas una amiga andaba llorando y nadie
la podía consolar, la verdad es que hasta nos sentimos incómodos, mandamos a un
cuate para que fuera a investigar y le dijeron que lo que pasaba es que esta
chava estaba llorando porque su mejor amiga estaba muy enojada con ella porque
que la habían visto en un “free” con el chavo que le gusta a su amiga y por lo
mismo ya no quería saber nada de ella, que de hecho ni le dirige la palabra y
de “golfa” (chica fácil)
traicionera no la baja. El caso es que ella intentó hablar con su amiga pero
para nada le dio oportunidad; total que mi amiga de plano exagera porque anda
como toda desesperada, parece hasta deprimida, ya nada le interesa, no entiendo
el por qué, sí ella se metió con el amigo que le gusta a su amiga entonces
debería aguantarse, ni modo que su amiga le dijera: “…no te preocupes, fue sólo
un free con el chavo que me gusta, pero no pasa nada, seguimos siendo las
mismas amigas de siempre”. Hasta he pensado que es “bisexual”, pareciese que no
tiene muy claro su sexo porque por un lado se mete con el chavo que le gusta a
su amiga y por el otro pareciese ser como si estuviera enamorada de su amiga,
como que no le queda claro sí ella es hombre o es mujer, o chance y ambos. Es más,
ésta misma amiga a veces de veras parece como si estuviera como drogada o algo
así porque el tiempo se le va lentísimo además de que de repente inventa cada
historia de sus papás que para nada es cierto; el otro día me contó que cuando
ella era chiquita sus papá se fue de la casa porque tenía una amante y su mamá
lo descubrió y tuvieron un pleito grandísimo, el caso es que yo sé que eso para
nada es verdad porque su hermano mayor es amigo de mi hermano y me investigó
que eso nunca sucedió, que de hecho el papá es súper tranquilo y hasta a veces
lo nota como si fuese un muchachito enamorado.
Hace poco estaba en el gimnasio
usando la caminadora, andaba dándole durísimo al ejercicio cuando de repente
volteo y veo una chava que realmente me dejó cautivado, no sé que tiene pero se
me estremeció todo el cuerpo, estuve a punto de caerme de la corredora, de
hecho perdí el paso y sí no es por los tubos en los cuales te puedes sostener
hubiera ido a dar al suelo de la forma más bochornosa que se puedan imaginar, ¡qué
“oso” hubiera hecho!; no me atreví a hablarle, no se me ocurría ningún pretexto
para entablar algún contacto con ella, además que andaba conectada a su “I-Pod”
entonces ni me hubiera hecho caso. No sé como describirla, es una chica
hermosa, me imagino que más o menos tendrá mi edad, trae el cabello suelto, al
escucharla hablar me encanta su tono de voz, no sé qué me recuerda pero esa voz
yo ya la he escuchado en algún lado, lo que sí sé es que al oírla me da la
sensación de tranquilidad interior, de paz, como sí solo con oírla toda mi
persona se sintiera completamente relajada, feliz, sin preocupaciones, de hecho
creo que ha sido un “flechazo” que nunca había sentido anteriormente. Varias
veces he ido al gimnasio y en contadas ocasiones la he vuelto a ver; cada vez
que la veo pienso que soy muy menso en no animarme a dirigirle la palabra, como
sí esperara que ella sería la que fuera a hacerlo, simplemente se me va el
aliento y no puedo pronunciar nada, no puedo hablar. Hace poco en la noche en
un momento de inspiración, pensando en ella me puse a escribirle lo que no he
podido decirle, de hecho le escribí lo siguiente:
“Si pudiera expresarte por cuanta
tensión paso; es muy difícil sobre llevar mi alma en este mundo; tú eres ahora
parte de mi alma, has penetrado en mi incomprensible ser y lo estás llenando.
Mi ser es bastante confuso ya que por un lado es muy bueno, siente las cosas,
la gente, los animales, las plantas y les expresa amor, ternura, cariño; es
demasiado sincero para consigo mismo, siempre busca la verdad y se la dice;
nunca está inmóvil, siempre está buscando el continuum de todo lo que puede
percibir y si acaso no lo percibiese lo siente y con eso basta para saber lo
que quiere y a lo que ama; mi ser es de lo más noble, siempre lucha por lo que
considera justo y no desiste jamás en una batalla aunque la pudiese tener
perdida; es lo que mueve cuanta acción y crecimiento intelectual que pueda
captar; es apasionado, es el roce del alma con el mundo exterior, es lo más
bonito que poseo.
Por otro lado, mi ser es muy
violento, es una fuerza de destreza y reto que es incontenible en cada momento,
es una marea desatada, revoltosa; es furia y desilusión, es el verdugo de mis
actos y coautor de los mismos; nunca deja en paz a su otro ser y continuamente
lo está retando y poniéndolo a prueba en cuanta ocasión se le presenta; por lo
general se dedica a destruir cuantos proyectos tenga y disfruta y obtiene
placer llevándolo a cabo; es la sed de sangre arcaica tan feroz que no olvida
su parte de esencia humana; es irónico y sátiro, fuerte e impositivo.
Sin embargo ambos son, existen y
viven juntos; a veces como enemigos, otras pocas como amigos; cuando llegan a
algún acuerdo hacen de la vida lo más tierno y dulce que exista y por eso ambos
son importantísimos, porque el uno sin el otro no serían más que la mitad de lo
que es el humano. Ninguno es bueno o malo, simplemente son esencias de un ser
humano; partes de él que lo definen como tal y lo hacen vivir. Este
incomprensible ser se encuentra en mi alma y siempre va a vivir en ella, por lo
que resta alimentarlo y guiarlo por el camino de la vida; conocerlo,
enfrentarlo, amarlo y permitir que se pueda expresar al mundo como a veces
intenta hacerlo”.
Desde hace aproximadamente un par de
meses tengo relaciones sexuales con mi novia; la verdad es que ha sido algo
maravilloso, nunca las había tenido anteriormente; lo que de repente me asustó
fue que la primera vez que las tuve pese a que tanto en casa como en todos
lados me han dicho que sí llegaba a tener relaciones usara condón
(preservativo), etc. La verdad es que en el momento, simplemente se dio y
aunque sí andaba luchando interiormente entre que debía usar un condón
(preservativo) ó que no pasaba nada, además de que en ese momento estaba
sintiendo todo, dejé de pensar y me puse a sentir; el caso es que cuando estaba
a punto de llegar me salí por lo que aparentemente me quedé tranquilo; sin
embargo después me empecé a angustiar, ¿y sí quedó embarazada?, no creo que
tenga Sida (VIH) porque tanto mi novia como yo éramos vírgenes (nunca
habíamos tenido relaciones sexuales). El caso es que después mi novia me
comentó que no le había bajado (todavía no había presentado su
menstruación cuando ya debería); el caso es que me puse peor, me empecé a
sentir como sí ya fuera a ser papá, ¿qué voy a hacer?, en mi casa me van a
matar; en fin, pensé tantas cosas; total que una semana después afortunadamente
mi novia me comentó que ya le había bajado (que había tenido su
menstruación); sentí un alivio impresionante, como sí me hubieran quitado mil
piedras del costal que iba cargando; esa noche soñé lo siguiente:
“…Nos encontrábamos en aguas
tranquilas y más que todo seguras; sin embargo, yo ignoraba la profundidad de
dichos mares. Todo estaba listo para la noche del gran festejo; el barco se
meneaba lentamente y solía avanzar con suavidad; hacía ya más de un mes que
habíamos zarpado y no habíamos vuelto a pisar tierra. Durante dicho mes no
habíamos tenido ningún problema, como es lógico los primeros días habían
acontecido con cierto tono de euforia entre la tripulación, aunado a una
inmensa alegría; por otro lado, se sentía cierto temor ya que era la primera
vez que navegábamos al mando de un nuevo capitán; su barco según sus
dimensiones y su peso, parecía casi imposible que pudiese navegar; más sin
embargo, se deslizaba en el mar como si fuese un corcho. La noche se aproximaba
y nos encontrábamos en altamar. Salí a cubierta para contemplar las dimensiones
de la bóveda celeste y a sentir la brisa del mar la cual me provocaba cierta
nostalgia por tierras pasadas, dicha nostalgia se esfumaba cada vez más hasta
desvanecerse por completo de mi mente; por momentos el aire cambiaba
ligeramente de dirección; sin embargo, el barco mantenía su curso sin virar ni
siquiera un grado de su ruta marcada.
Había una neblina muy densa, no se
podía ver más allá del medio metro de distancia; en un abrir y cerrar de ojos
el capitán estaba frente a mí; ni siquiera le había sentido acercarse, era muy
joven como marino, casi le doblaba la edad y la experiencia como navegante; sin
embargo, mí capitán estaba seguro de lo que hacía, su porte era galante y
hermoso, al verlo inspiraba un respeto impresionante y al mismo tiempo era como
un imán ya que tenía una fuerza de atracción imposible de evitar; el capitán me
miró fijamente a los ojos, yo asentí con la mirada, expresaba un llamado al
abismo interior del alma; de pronto mi mente quedó en blanco, el viento comenzó
a soplar con fuerza desatada, sentía que me iba a caer por la borda; el capitán
me sujetaba con fuerza y pese al viento, me sentía anclado al capitán, yo le
abrazaba con ahínco. Cada instante que pasaba, el barco adquiría mayor
velocidad, el viento no cesaba y con furia desatada nos conducía a nuestro
destino. De pronto el barco comenzó a elevarse, sus velas se inflaron como
globos; adquiría mayor velocidad, yo temblaba sin control más sin embargo no
sentía miedo alguno; el capitán me penetraba con su mirada y hacía suyo todo mi
ser, me encontraba completamente poseído por él y ahora era suyo. De pronto
pronunció estas palabras: Yo capitán de este barco os digo que naveguéis con
seguridad hacia vuestro destino”.
Después del incidente de que no le
bajaba (presentaba su menarca) platicando con mi novia quedamos en que yo
iba a usar un condón (preservativo) y ella unas pastillas
anticonceptivas y de esta forma iba a estar en chino que pudiese quedar
embarazada. Así le hicimos. Mi novia nunca ha ido al ginecólogo, de hecho su
mamá le dijo que el año que entra cuando
cumpla dieciocho la va a llevar; lo bueno es que todavía falta mucho, pero de
todas maneras el momento va a llegar; no sé cómo le va a hacer porque el Dr. Se
va a dar cuenta y no quiero ver la cara que va a poner su mamá y lo que va a
pasar. Pero pese a que ya andaba futureando esto sucedió más pronto de lo que
esperaba. Jamás se me ocurrió que su mamá fuera a cacharle las pastillas, el
caso es que el otro día so pretexto de que su mamá andaba buscando su “I-Pod”,
se puso a esculcarle en su bolsa, el caso es que en verdad más bien quería encontrarle
algo porque mi novia guardaba las pastillas en una bolsita interior de su
bolsa, de hecho hasta zipper tiene, allí ni cabe un “I-Pod”, el caso es que se
las encontró; ¡se ha armado tal escándalo!, de hecho su mamá le empezó a
reclamar, mi novia le dijo que eran para que le crecieras las uñas y el pelo,
su mamá nada tonta le dijo que para nada, que eran pastillas anticonceptivas
para no tener hijos, que ya estaba teniendo relaciones sexuales, le dijo que de
seguro con su novio o ¿con quién?, su mamá se aferró a que mi novia le dijera
que era conmigo con quien tenía relaciones sexuales, afortunadamente mi novia
no le dijo con quién.
¿Y ahora qué hago?; mi novia me dijo
que para nada me parara en su casa; pero entonces ¿esto es el fin de nuestra relación?,
me puse a pensar detenidamente todas las variables, por un lado sí no me volvía
a aparecer en casa de mi novia era una forma de dar a entender que
efectivamente era yo el culpable; por otro lado sí me aparecía y mi suegra me
interrogaba ¿qué le iba a decir?; después de darle mil vueltas al asunto decidí
que para nada quería que se acabara mi noviazgo; eso de no poder entrar de
nuevo a su casa, pareciese ser como sí mi novia estuviera muy asustada y
pensara deshacerse de mí para librarse del problema; de hecho mi novia se peleó
con su mamá y hasta se fue de su casa, menos mal que sus papás están
divorciados, porque si viviera con su papá este hasta me anda metiendo a la
cárcel o quién sabe cuánto me haría; el caso es que pensé bien las cosas, me
armé de valor, y como me llevo muy bien con mi suegra, la cité en un café para
hablar las cosas; ella accedió, esto fue muy difícil pero valió la pena; nos
sentamos en el café y ella sin esperar ni un momento más me preguntó
directamente sí estábamos teniendo relaciones sexuales, yo le dije que sí, que
de hecho nunca las habíamos tenido pero que nos estábamos cuidando, ella me
dijo que estábamos muy chicos para tenerlas, que por un lado le alegraba que
nos estuviéramos cuidando, pero por otro sí se sentía molesta de que estando
tan chicos no nos hubiéramos esperado por lo menos un año a que nuestra
relación fuera más firme; el caso es que yo le dije a mi suegra que realmente
estaba enamorado y que contara conmigo para cualquier cosa; afortunadamente
pese a que no le gustó el incidente me dijo que tuviéramos cuidado, que ella
andaba ahorita más preocupada por la reacción de su hija que andaba toda
agresiva con ella, que por favor le informara dónde estaba, que le hiciera
saber que ya sabía que se estaba quedando en mi casa, a lo cual le dije que
para nada pero que no le podía decir en dónde estaba, me pidió que hablara con
ella y le dijera que no tenía caso que estuvieran así, que en la casa tiene su
espacio y pues ya arreglaran las cosas; así lo hice y mi novia accedió a
regresar con ella.
Hay muchas cosas que no entiendo, sí
de todas maneras en algún momento vas a tener relaciones sexuales ¿porqué no de
veras cuidarse?, sería tan fácil poder ir juntos con un ginecólogo y
asesorarnos bien y hacer las cosas bien;
sin embargo, sí vas con un Dr. Es una forma de adquirir un compromiso muy
intenso con tu novia, además de que va a salir económicamente caro; pero sería
tan padre poder hablar en casa con mis papás y decirles que estoy teniendo
relaciones sexuales con mi novia y que me gustaría llevarla a un ginecólogo y
hacer las cosas bien; pero esto sería como decirles que ya soy grande y que
también tengo derecho a vivir una vida sexual, lo cual muchas veces para los
papás pareciese ser como sí no tuviéramos el derecho, como sí siguiéramos
siendo sus bebés a los cuales tienen que cuidar toda la vida.
Autor:
Mtro. En Psic. Juan Carlos Valle Noriega.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F.
Tel. 5524-3051. www.terapiainfantilyjuvenil.mx
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