5. RENOVACIÓN
Una vez que el deudo ha
realizado los cambios necesarios en su realidad, sentido y estilo de vida, que
ha recuperado su forma de verse a sí misma y a su mundo con un sentido
positivo, y que ha logrado encontrar sustitutos y reemplazos para la persona u
objeto perdido (éstos pueden ser cualquier cosa que interese al individuo o le
dé un sentido y propósito, no necesariamente un rol sustituto), se mueven hacia
la fase final del duelo. Sus características más importantes son:
Viviendo para sí mismo
Cuando los lazos de apego
son rotos definitivamente, gracias a esa renovada concepción del Sí mismo y del
mundo, la persona comienza a vivir para ella; este descubrimiento le puede dar
la sensación de que la vida, la alegría, el día, la naturaleza, los colores y
la mayor parte de sus cosas son ahora diferentes. Descubre un enorme coraje no
supuesto antes.
Aprendiendo a vivir sin
Para poder sobrevivir, los
cambios acaecidos en las tres dimensiones de su mundo llevan al deudo a excluir
al ser querido fallecido del mismo, por lo que aprender a estar sin él es una
parte esencial de este proceso de reconstrucción. Se trata de un fenómeno
difícil, no exento de dolor y con periódicas rebeldías.
Reacciones de aniversario
Reacciones y síntomas
semejantes a los experimentados durante las fases iniciales del duelo (en
particular las oleadas de angustia aguda) y que se presentan tanto en la fecha
de muerte como en los cumpleaños, fiestas locales, Semana Santa, Navidad, etc.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F.
Tel. 55-24-30-51. www.terapiainfantilyjuvenil.mx
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