El superyó sirve para controlar y regular aquellos impulsos cuya expresión no controlada pondrían en peligro la estabilidad de la sociedad. Tales impulsos son el sexo y la agresión. El niño desobediente, rebelde o sexualmente curioso es considerado como malo o inmoral. Al adulto sexualmente promiscuo o antisocial se le considera mala persona. El superyó, al frenar internamente la ilegalidad y la anarquía, le permite a la persona convertirse en miembro observante de la ley en su sociedad.
Un adulto puede decir una cosa y hacer otra, pero es lo que dice, basado en sus amenazas y regalos, lo que importa en la formación de las normas éticas del niño. Además de los padres, otros agentes sociales participan en la formación del superyó; los maestros, los ministros religiosos, los agentes de policía --cualquiera que posea autoridad sobre el niño-- puede asumir la función de los padres. las reacciones ante estos representantes de la autoridad son determinadas en gran parte, sin embargo, por lo que ha asimilado de sus padres en una etapa previa.
Hospital Médica Sur:
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Se desarrolla desde el Yo como una
consecuencia de la asimilación por parte del niño, de las normas paternas
respecto a lo que es bueno y virtuoso y
lo que es malo y pecaminoso.
Se desarrolla desde el Yo como una
consecuencia de la asimilación por parte del niño, de las normas paternas
respecto a lo que es bueno y virtuoso y
lo que es malo y pec
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