ü Cuando alguien tiene
acceso, posee o hace un uso inapropiado de armas de fuego. Los niños y los jóvenes que poseen o tienen acceso de forma
inapropiada a armas de fuego pueden tener un riesgo incrementado de caer en la
violencia. Las investigaciones muestran que esas personas jóvenes tienen
también una mayor probabilidad de convertirse en víctimas. Las familias pueden
reducir la disposición y el uso inapropiados restringiendo, vigilando y
supervisando el acceso de los niños y las niñas con un historial de agresión,
impulsividad u otros problemas emocionales deberían de tener vedadas las armas.
ü Cuando alguien profiere
amenazas serias de violencia. Las amenazas
intrascendentes son una reacción habitual ante la frustración. Sin embargo, uno
de los indicadores más fiables de la probabilidad de que una persona joven cometa
un acto peligroso contra sí mismo o contra otras es cuando amenaza detallada y
específicamente con recurrir a la violencia. Los recientes incidentes
producidos en diversos puntos del país indican a las claras que las amenazas de
violencia contra la propia persona o contra otras deben ser tomadas muy en
serio. En concreto, deben adoptarse medidas para entender la naturaleza de
dichas amenazas y para impedir que se materialicen.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
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Tel. 5524-3051. www.terapiainfantilyjuvenil.mx
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