Durante mucho
tiempo, pese a que no es nada nuevo el fenómeno del “bullying” o acoso escolar,
había permanecido oculto y dañado a los alumnos y a las escuelas. La sociedad
en general y en gran medida los docentes habían ignorado un problema que, sin
embargo, ejercía sus efectos sobre el clima de las relaciones sociales y la
convivencia escolar.
De hecho este ha
sido un problema que para nada lo desconocían los alumnos, que reconocen desde
siempre la posibilidad de que en cualquier momento sean objetos de burlas,
agresiones, ridiculizaciones y exclusión sin razón aparente, sin justificación
alguna. La agresión gratuita que el acoso escolar implica es uno de los
problemas con que los alumnos se pueden encontrar y de los que más miedo
producen.
Los compañeros y
compañeras –que son la fuente de alegría y amistad—son, o pueden ser también,
el origen del miedo y el retraimiento. La ansiedad que despierta ser objeto de
ataques injustificados, ser señalado como diferente, gordo, tarado, etc., sólo
es comparable al miedo de ser estigmatizado por razones de cultura, de
condición social, de preferencia sexual, etc. En definitiva, ser señalado, y
por ello agredido como diferente en algún sentido que los agresores consideran
suficiente para hacer de la víctima objeto de sus despiadados insultos, golpes,
burlas, amenazas o marginación.
La agresión
injusta que encierra el fenómeno del acoso entre los alumnos sólo es
comparable, en su crueldad, a la que sufren las mujeres víctimas de la agresión
prolongada de sus compañeros sentimentales, novios o esposos. Es una agresión
que no se espera, que no se acepta, que no se comprende y, por tanto, ante la
que nos encontramos y sentimos, si somos víctimas de ello, totalmente
desarmados, totalmente vulnerables. (Beane 2006).
Por lo tanto, es
muy importante que tomemos conciencia del fenómeno del bullying; y poco a poco,
en la medida de nuestras posibilidades, nos vayamos documentando y encontrando
estrategias adecuadas para irlo combatiendo desde la casa, escuela, etc.
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso
Col. Toriello Guerra,
Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F.
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