martes, 5 de noviembre de 2013

Habilidades para la resolución de conflictos en niños y jóvenes


            El conflicto entre personas es algo normal e inevitable, y no todo conflicto es perjudicial o malo por sí. El conflicto destructivo daña relaciones, crea malos sentimientos y desemboca en problemas futuros. Pero el conflicto constructivo nos ayuda a aprender, a crecer y a cambiar a ser mejores: vemos las cosas desde otras perspectivas; nos volvemos más abiertos, más tolerantes y más dispuestos a aceptar, construimos relaciones más sólidas con las personas que comparten nuestra vida.

            ¿En qué consiste la diferencia entre uno y otro? En el modo en que decidimos negociar los conflictos que experimentamos. Se necesitan (al menos) dos personas para iniciar y mantener un conflicto. Si ambas acuerdan buscar una solución positiva al mismo, ya tendrán media batalla ganada.

            Todo el mundo se beneficia del aprendizaje de habilidades para la resolución de conflictos y de la práctica de las mismas. Los acosadores y las acosadoras, porque descubren el verdadero poder que se supone solucionar problemas sin emplear la fuerza ni la intimidación. Las víctimas, porque están mejor capacitadas (“facultadas”) para buscar soluciones en lugar de ceder y renunciar. Su clase, porque se convierte en un lugar lleno de gente dispuesta a trabajar en colaboración.

            La resolución de conflictos no se aprende (ni se enseña) en un día. Si desea obtener los mejores resultados, probablemente querrá utilizar un programa de resolución de conflictos. Hay muchos disponibles; hable con el director o la directora de su centro y averigüe si su escuela tiene preferencia por alguno o ya ha seleccionado uno en particular.

            Nota: Las investigaciones realizadas muestran que los programas de resolución de conflictos funcionan. Los alumnos y las alumnas que no reciben formación de esa clase tienen mayores probabilidades de retraerse o de recurrir a la fuerza en las situaciones conflictivas. Los que sí aprenden a solucionar conflictos muestran una mayor inclinación a hacerles frente, a emplear la resolución de problemas para negociar soluciones… y a tener una actitud más positiva ante la escuela en general (Johnson y Johnson, 1996).

José María Rico 121-501. 5to. Piso Col. Del. Valle. C.P. 03100. México, D.F.

Tel. 55-24-30-51. juancarlosvallen@hotmail.com  www.terapiainfantilyjuvenil.mx




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