La timidez es un tipo de
incompetencia emocional en la cual se presentan factores temperamentales
significativos. Se trata de adolescentes en los cuales al inadecuado trato
parental se suma un temperamento propicio al aislamiento. En sus
manifestaciones ocasionales o moderadas, la timidez es una emoción normal, sufrida
en alguna medida por todos los adolescentes y también por los adultos.
Aunque el temperamento es heredado y
depende principalmente de la relativa actividad del lóbulo frontal derecho o
izquierdo, la acción del ambiente impacta de manera significativa estas
configuraciones; según sean las experiencias vividas en la familia o en la
comunidad, así las manifestaciones temperamentales pueden equilibrarse o
extremarse. La educación tiene siempre un poder modificador profundo, que se
manifiesta a nivel conductual y en cambios en las redes neurales
correspondientes.
Todos los adolescentes tienen la
propensión a comportarse con timidez ante situaciones que consideran difíciles,
tales como exámenes escolares, presentaciones en público o compromisos
complicados. Cuando se sienten tensos lo peor que podrían hacer los padres o
los maestros, es tensarlos aún más: lo mejor es ayudarlos y en lo posible
entusiasmarlos. En el caso de actividades que rechazan de manera definitiva
(como el caso de una madre que quería que su hijo saliera de payaso en una
representación escolar, a lo que él se negaba rotundamente), lo mejor es
aceptar que no las realicen, y buscarles otras que estén más dentro de sus
posibilidades y sus gustos.
Hospital Médica Sur:
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