Después de que se
ha definido el problema y se ha integrado la información obtenida en la
evaluación, el siguiente paso es elaborar un plan de intervención. El modelo
que sugieren Belard et. al. (1987) es
un proceso flexible y sin preferencia específica por ninguna técnica, ya que la
elección variará de acuerdo con los objetivos y el problema en particular.
Las estrategias
de intervención más comunes son:
a) El efecto placebo. Es un procedimiento de cambio conductual muy simple y
frecuentemente utilizado. Se sostiene en el hecho de que los cambios de
conducta ocurren debido a las expectativas del paciente respecto del
tratamiento que se le suscribe (Shapiro y Goldstein, 1982; Critelli y Newmann,
1984).
b) Asesorías de apoyo. Son consideradas como una forma no específica de intervención
psicoterapéutica dirigida a la reducción del estrés del sujeto. Las asesorías
pueden dirigirse a la familia, al individuo, o bien, haciendo uso de grupos de
apoyo. Éstas pueden ser administradas por otros profesionales de la salud
capacitados específicamente para ello. Por lo común, las asesorías con el
individuo y la familia se basan en modelos de tratamiento a corto plazo y se
enfocan a ayudar al paciente y a su grupo familiar para que exista un manejo
adecuado del estrés y de las recomendaciones del tratamiento médico. A través
de éstas, se establece una relación apropiada entre el médico, el paciente y el
psicólogo, y se asegura que los sentimientos de ansiedad y depresión sean
normales. Los grupos de apoyo permiten al paciente la confrontación y discusión
de problemas similares al suyo, ya que se tocan temas como la ansiedad,
diferentes tipos de afrontamiento y se proporciona información acerca de los
tratamientos médicos y de sus consecuencias (Belard, et. al., 1987).
c) Psicoterapia verbal. Existe una gran variedad de aproximaciones, entre éstas la
cognitivo-conductual, la racional emotiva, la directiva, la sistémica,
etcétera. Se ha encontrado que puede reducir la utilización de algunos fármacos,
reduce el uso de narcóticos post-operación y los síntomas asociados con úlceras.
d) Educación e información. En el tratamiento de la psicología de la salud, la educación enfocada
al modelo biopsicosocial y sus aplicaciones específicas en el paciente y en el
problema se considera como esencial para todo tipo de tratamiento. Además, la información
es indispensable para obtener el consentimiento del paciente o de los padres
respecto del tratamiento y para asegurar el seguimiento correcto del mismo;
también, fomenta el afrontamiento a la enfermedad y al tratamiento.
Existen dos tipos de información: del
procedimiento y sensorial. La primera se refiere a los aspectos médicos y la
segunda considera las sensaciones y sentimientos durante o después del
tratamiento. (Gil, Keefe, Crisson y VanDalfsen, 1987).
Hospital Médica Sur:
Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso Col. Toriello
Guerra, Tlalpan. C.P. 14050. México, D.F. Tel. 5524-3051.
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