Una vez que se
han recabado tanto los objetivos del paciente como del medio ambiente, es
preciso llevar a cabo una integración de la información básica ya que estos
bloques (objetivos del paciente y objetivos del medio ambiente) están
interrelacionados y la naturaleza e importancia de la información obtenida bajo
cada encabezado está frecuentemente afectada por la información encontrada en
otro bloque; por ejemplo, el tipo y ubicación de los síntomas físicos puede
afectar el significado que se tiene de la enfermedad debido a la significancia
social psicológica de ciertas partes del cuerpo (genitales, en el corazón). De
este modo, las enfermedades son influidas por el tipo de padecimiento, la edad
y las actitudes culturales. Estas actitudes no sólo alteran la toma de
decisiones clínicas, sino las características del ámbito hospitalario al
cuidado de la salud y la relación médico-paciente.
Al concluir una
evaluación, es esencial entender que los datos obtenidos pueden verse influidos
por el tipo de escenario en el cual se está llevando a cabo la evaluación. Por
ejemplo, los pacientes con dolor en la espalda a menudo caminan con mayor o
menor flexibilidad dependiendo de quién los está mirando y en qué condiciones
están siendo observados, los escenarios también son la base de ciertos
fenómenos. En general, los pacientes en hospitales donde hacen sus prácticas
los médicos residentes reportan más ansiedad que los pacientes en hospitales de
la comunidad. La presencia de otras personas, sus roles y conducta, también
pueden producir respuestas durante la evaluación. Además, se ha observado el
desgano de los pacientes para revelar síntomas físicos significativos cuando
sienten que su médico está muy apurado (Belard, Deardoff y Kelly, 1987).
Las relaciones
entre los bloques de evaluación que influyen en la interpretación de la información
obtenida incluyen los efectos de:
a)
Los medicamentos en los
registros psicofisiológicos.
b)
La falta del conocimiento del
médico o del diagnóstico médico.
c)
La comprensión familiar y su
involucramiento en el tratamiento.
d)
Las reacciones de la familia
sobre las actividades de autocuidado (la sobreprotección que impide al paciente
sus autocuidados).
e)
La legislación sobre la conducta
del papel de enfermo (la incapacidad anticipada podría reforzar a la conducta
de enfermedad crónica).
f)
Las creencias religiosas del
significado de los síntomas y aceptación del régimen médico (el dolor como
castigo).
g)
Actitudes de los médicos con
respecto a la enfermedad de los pacientes en sus respuestas afectivas.
h)
Actitudes de los familiares
hacia la enfermedad que pudieran desencadenar respuestas conductuales y
afectivas.
i)
Características del ambiente
que afectarán la actividad del paciente.
j)
Requerimientos profesionales
sobre la autoestima.
k)
Actitudes de los médicos
hacia el tratamiento de los pacientes en sufrimiento (actitudes negativas hacia
el uso de narcóticos que provoquen dependencia para el control del cáncer).
l)
Factores cognitivos en el
curso de la enfermedad.
m) Factores cognitivos sobre los síntomas físicos. (Oblitas, L. et al., 2010).
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Puente de Piedra No. 150. Torre I Consultorio 430 4to. Piso Col. Toriello
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