viernes, 6 de septiembre de 2013

Egocentrismo en los niños: formas de ver el mundo

            El punto de vista egocentrista gobierna las relaciones del infante con el mundo de los objetos (es decir, la madre, etc.). Antes de que haya sido alcanzada la fase de la constancia objetal; el objeto, es decir la persona que cumple las funciones de madre, no es percibido por el niño como una existencia independiente y propia, sino sólo en relación con el papel que tiene asignado dentro del esquema de necesidades y deseos del niño. En consecuencia, todo lo que sucede en el objeto, o al objeto, se interpreta desde el punto de vista de la satisfacción o frustración de deseos.

            Las preocupaciones de la madre, su interés por otros miembros de la familia, por el trabajo u otras cosas, sus depresiones, enfermedades, ausencias, incluso su muerte, son transformadas por experiencias de rechazo y deserción. Por la misma razón, el nacimiento de un hermano se interpreta como una infidelidad por parte de los padres, como una expresión de falta de satisfacción y la crítica de sus padres hacia su propia persona; en resumen, como un acto de hostilidad y desilusión que se expresa a través de exigencias o en un retraimiento emocional con sus consecuencias negativas. (Ana Freud, 1971). 

            Es por esto que al observar la conducta de los niños, nos damos cuenta de que todo va en función de sus necesidades y no existe la preocupación por el otro, mostrándose egoístas, narcisistas; sin embargo, hay que entender que debido a la inmadurez de su desarrollo emocional todavía no tiene la capacidad de percibir al otro como un ser distinto a él, con sus necesidades emocionales, personales, etc. diferentes a las de él mismo.

Estamos a sus órdenes para cualquier consulta al Conmutador 55-24-30-51, Email a: info@terapiainfantilyjuvenil.mx

No hay comentarios.:

Publicar un comentario