Cuando suceden desastres naturales
las personas tienen que aprender a sobrellevar el dolor, la impotencia y la
angustia; los deja afectados emocionalmente.
Durante las
primeras 72 horas, se espera que:
1. Las personas
sufren crisis emocionales.
2. Las personas se
sienten asustadas, confundidas, sin ganas de hacer cosas.
3. Existe
excitación aumentada o “parálisis” por el temor.
4. Puede sentirse
ansiedad o angustia sin saber por qué.
5. Existe deseo y
a la vez temor de conocer la realidad.
6. Las personas
tienen dificultad para aceptar depender de otros, así como la situación crítica
en la que se encuentra.
7. Se puede dar
inestabilidad afectiva con crisis “nerviosas”.
8. Ocasionalmente
puede presentarse un estado de confusión aguda.
Durante el
primer mes:
1. Las personas
sienten pena y miedo; nerviosismo; tristeza.
2. Las personas
experimentan el duelo ante la pérdida de familiares cercanos o amigos.
3. Se pueden
producir síntomas orgánicos como: taquicardia, tensión muscular, temblor de
manos o piernas.
4. Las personas
pueden sentir preocupación exagerada; irritabilidad, inquietud motora,
alteración en conductas diarias, pérdida del sueño y apetito.
5. Se pueden
producir problemas en las relaciones interpersonales y en el desempeño laboral.
Es decir, cualquier persona que se
vio afectadas por estos huracanes se encuentra muy mal emocionalmente, más allá de las
pérdidas materiales, en realidad lo grave son las perdidas personales
(familiares, amigos, etc.), las cuales irremediablemente van a producir un Trastorno de estrés
postraumático en dicha persona (PSTD).
Por lo mismo en la medida en que
contribuyamos un poco a disminuir su dolor, ya sea a través de brindarles
objetos y cosas materiales de primera necesidad, estarán menos desamparados.
¡Anímate a darles algo!
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