El cuerpo es el lenguaje social de
los adolescentes. Debido a que en este mundo uno es antes de lo que parece, el
cuerpo debe adornarse con toda clase de cosas: desde el maquillaje (para las
chicas) hasta el tatuaje (para ambos sexos). El cuerpo es un lenguaje que
traduce un estado de ánimo. Su uso difiere en función del sexo. Hay que tratar
ese cuerpo ya sea para olvidarlo o por el contrario para revelarlo. En términos
generales los adolescentes hombres usan ropa holgada, quienes, durante mucho
tiempo, buscan ocultar una corpulencia todavía infantil (lo holgado acentúa una
virilidad naciente y por lo tanto insuficiente); las chicas usan ropa más
ajustada, quienes, por su parte, cuando no tienen sobrepeso desean que vean las
transformaciones de la pubertad en curso. Y la prensa presenta las nuevas
imágenes de moda, muchachas adolescentes con características muy distintivas
como: minifaldas o pantalones ajustados, corpiños que dejan ver el ombligo,
zapatos de tacón, anillos, pulseras, aretes, maquillaje ligero, barniz de uñas
(a los 8 o 9 años predominan los azules, verdes, amarillos, pastel o
fluorescentes; a los 11 o 12 años aparecen los colores más oscuros o metálicos;
a partir de los 15 prevalecen los colores intensos: negro, morado, púrpura)… El
modelo de esas jovencitas es doble: primero es la adolescente más grande, del
tipo hermana mayor, estrella de la canción (como Britney Spears o Selena
Gomez). Luego es la mujer joven, tipo top
model, una “adulta” que se les parece.
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