Muchos adultos piensan que los
adolescentes son despreocupados, sin embargo en realidad no lo son. Lo que pasa
es que tienen preocupaciones a las que los adultos no les ponemos la atención
deseada. De hecho ante el mundo actual en el cual existe cada vez más desempleo
e inestabilidad por el contrario los adolescentes empiezan a preocuparse muy
pronto por su futuro.
El miedo al desempleo se manifiesta
cada vez más temprano; de hecho muchos niños y adolescentes en algún momento
llegan a convivir con parientes, amigos de parientes o vecinos que atraviesan
la dolorosa experiencia de la inactividad profesional; incluso a veces hasta
sus propios padres se encuentran sin trabajo.
De tal forma que existe mucha
inquietud en la mente de los adolescentes, preocupados también por tener éxito
en su vida afectiva y en sus estudios, así como por su salud (a menudo amenazada
por estados depresivos) (Fize 2007).
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