Por supuesto que sí; el organismo
experimenta toda una transformación tanto psíquica como somática. Es una etapa
clave de la maduración.
La pubertad corresponde a la segunda
fase sexual (después de la etapa Fálica –Complejo de Edipo--) la cual anuncia
la llegada a la maduración sexual. Generalmente se manifiesta en la mujer con
las primeras menstruaciones (entre los 12 y 13 años en promedio) y en el hombre
con las primeras eyaculaciones (entre los 13 y 14 años en promedio); sin
embargo son variables las edades en cada organismo.
Fize (2007) refiere que es cierto
que la mutación corporal puede ser brutal, demasiado rápida o demasiado lenta
para el gusto de cada quien. Durante esta fase el cuerpo duplica su peso y se
estira 20% en promedio. Puesto que cada individuo se desarrolla a su ritmo y es
poco frecuente que la edad cronológica, la edad de la pubertad y la edad mental
coincidan, esta mutación puede acarrear desajustes que se convierten en una
causa de preocupación más o menos alarmante para el adolescente (el cual ignora
que son pasajeros).
La magnitud de los cambios que se
operan causan “desequilibrios menores” que no deben confundirse con “manifestaciones
psicológicas” o patologías y el objetivo es que los adolescentes encuentren un
nuevo equilibrio al salir de la niñez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario