Según Fize (2002) suele decirse que
el adolescente necesita luchar contra sus padres para “renacer” por sí mismo,
que debe encontrarlos en su camino para oponerse a ellos y enseñarles “quién
es” realmente. En suma, el conflicto forma parte de la transición adolescente.
Las actitudes de oposición y de
contestación de los adolescentes (o cuando menos algunos de ellos) pueden ser
la causa de un deterioro del ambiente familiar. Desde el punto de vista
biológico, no existe ninguna causa humana que explique su aparición. Es decir,
en realidad las causas y origen de estas conductas son completamente distintas.
En el próximo blog se hablaran de las causas que operan para la oposición de
los adolescentes hacia sus padres.
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